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Biomasa

La vegetación de los márgenes de las carreteras, las podas y los recortes de madera se convierten en valiosa biomasa: el primer paso hacia un sumidero de carbono.

Biomasa

Biomasa: una materia prima con potencial climático

Por qué la biomasa es clave para el cambio climático

Nuestro paisaje produce más biomasa de la que utilizamos con sensatez. Los esquejes de las zonas verdes de las carreteras, las podas de la viticultura o las astillas de madera natural procedentes de la conservación del paisaje se aprovechan térmicamente en muchos lugares, es decir, se queman. Lo que se pierde en el proceso es una valiosa materia prima y una enorme oportunidad para el secuestro de carbono.

Aquí es precisamente donde existe un enorme potencial: si los residuos orgánicos se carbonizan en lugar de incinerarse, se convierten en un almacén permanente de carbono: el biocarbón. Esto puede mantener el CO₂ en el suelo durante siglos, mejorar los suelos y permitir una nueva creación de valor.

El uso de la biomasa como material de partida para la pirólisis en lugar de la incineración es, por tanto, una palanca concreta para la protección del clima, la economía circular y la gestión sostenible del suelo, realizable regional e inmediatamente.

Cómo podemos utilizar la biomasa de forma eficiente y sostenible

No vemos la biomasa como un residuo, sino como un recurso. Perseguimos un enfoque de varias etapas:

Adquisición de materias primas de fuentes regionales: Trabajamos conjuntamente con las autoridades locales, las empresas de mantenimiento de carreteras, los viticultores, los conservadores del paisaje y las oficinas forestales para recoger de forma sensata cualquier biomasa residual. La atención se centra en el material natural, leñoso con una baja proporción de materia extraña - ideal para la pirólisis. Logística y almacenamiento provisional: Garantizamos una logística y un almacenamiento eficientes - in situ o en nuestras instalaciones de almacenamiento provisional si es necesario. Nuestro sistema está diseñado para puntos de recogida descentralizados y cantidades flexibles. La biomasa se homogeneiza, se seca parcialmente y se prepara para el proceso de pirólisis. Conceptos de asociación para municipios y empresas: Desarrollamos conceptos modulares para ciudades y empresas: desde la recogida y el procesamiento hasta el retorno del biocarbón a las zonas urbanas o agrícolas. Esto crea un ciclo de carbono cerrado: visible, regional y con visión de futuro. Transparencia y trazabilidad: Documentamos las cantidades, los orígenes y los flujos de materiales - para una máxima trazabilidad. Esto es especialmente importante para las certificaciones de CO₂, la aplicación posterior en el suelo y la comunicación creíble con el público. Apertura a nuevas biomasas: No todas las biomasas son adecuadas a primera vista; pero, sorprendentemente, muchas sí lo son. Por eso probamos regularmente nuevas materias primas y analizamos su potencial para la pirólisis. Si tiene materiales residuales que puedan ser adecuados: Hable con nosotros. Estaremos encantados de comprobar si se puede convertir en biocarbón positivo para el clima.

Qué hacemos en concreto

Recogida y procesamiento de residuos de biomasa: Recogemos vegetación de los bordes de las carreteras, podas, recortes de árboles y astillas de madera de fuentes cercanas a la naturaleza. Estos se clasifican, se secan y se preparan para el proceso de pirólisis. Entrega en nuestras plantas de pirólisis: La biomasa procesada se carboniza en nuestros módulos de pirólisis, a 550-800 °C en ausencia de oxígeno. Esto produce biocarbón de alta calidad y energía utilizable. Ciclos de cierre: El biocarbón se vuelve a poner en circulación: como componente del sustrato, aditivo del suelo, para árboles urbanos o en viticultura -a menudo directamente en la región, dependiendo del origen de la biomasa. Soluciones municipales y comerciales: Ofrecemos a ciudades y empresas conceptos llave en mano para el aprovechamiento de la biomasa. Juntos, convertimos los materiales de desecho locales en un recurso regional con beneficios climáticos globales. Contribución al almacenamiento de CO₂: La conversión de biomasa residual en biocarbón crea un sumidero permanente de carbono. Una contribución significativa a la consecución de los objetivos climáticos locales.

Conclusión

La biomasa no es un residuo: es la base de una transformación climáticamente positiva. Lo que hoy se desecha o se quema descuidadamente puede convertirse mañana en un recurso local, un sumidero de CO₂ y una mejora del suelo.

Y quizá también su biomasa? Esperamos su consulta.

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